"Tutti i miei pensier parlan d’amore (Todos mis pensamientos hablan de Amor)". Vita Nuova. Dante Alighieri.

lunes, 22 de marzo de 2010

Las Tres Culturas de España, por Z'ev ben Shimon Halevi .





España es un país especialmente interesante desde el punto de vista de las tradiciones espirituales de occidente: el Judaísmo, el Islam y el Cristianismo...

Bajo los musulmanes, España se volvió la luz de la civilización en una Europa que se encontraba en las tinieblas. El intercambio con el Medio Oriente se estableció y la economía se desarrolló bajo la fuerte influencia de los pobladores musulmanes y judíos. La cultura floreció. Esto se dio porque los gobernantes islámicos querían que la corte del Califato Occidental fuera brillante y mejor aún que aquella en Oriente, localizada en Bagdad. Esta política trajo la búsqueda de la excelencia en cada campo, desde la agricultura hasta la elite intelectual. El principal ejemplo de esto fue la ciudad de Córdoba que llegó a ser la capital del país. La inmensa población gozaba de servicios como baños públicos, alumbrado, una universidad y una gran biblioteca. En sus mercados se vendían artículos de todo el mundo conocido, y sus magníficas residencias, jardines y palacios eran habitados por una clase adinerada y culta. Aún los pobres estaban en mejor condición que la mayoría cristiana...

Muchos cristianos de la Europa Occidental llegaron a estudiar a España cuando se enteraron de la gran actividad intelectual que ahí se llevaba a cabo. Toledo fue en particular un importante centro de reunión de las tres creencias, donde estudiantes y místicos podían discutir libremente la "Nueva Enseñanza" como fue llamada. Fue aquí donde empezó el Renacimiento de Occidente, en la etapa temprana de la Edad Media; obras antiguas y contemporáneas fueron traducidas del árabe --usualmente por los judíos-- al latín y otras lenguas occidentales.

Además de la interacción entre España y la elite intelectual extranjera, estaba la influencia musulmana en las actitudes y costumbres europeas. Dentro de la poesía árabe la mujer ocupaba un lugar especial, tratada con gran gentileza y puesta en un pedestal. El romanticismo y la conducta cortesana realza la imagen guerrera del musulmán. Este código caballeresco llegó a ser el modelo ideal del caballero cristiano, manifestado a través de los cantares de los trovadores, quienes recorrían las cortes de Europa. El ajedrez y los buenos modales en la mesa, así como las mejoras en la comodidad y otras prácticas domésticas, llegaron a Europa a través de España. Sin embargo, la aportación más importante fue el concepto completamente nuevo de ver el mundo, pues los europeos se concientizaron de un nivel más vasto y profundo del conocimiento, así como de la percepción de la realidad.

Las universidades de Andalucía eran las mejores de la Europa Occidental, ya que ésta se encontraba todavía en el oscurantismo. Había profesores y escuelas para cada especialidad conocida, desde teología hasta mecánica. Entre estos conocimientos se encontraban la astronomía y la astrología --unidas hasta entonces-- en una sola ciencia, que fueron desarrolladas más allá de los niveles conocidos en Babilonia y Grecia, ya que los árabes y los judíos hacían mapas del cielo y trazaban sus ritmos produciendo las tablas astronómicas más exactas de la época para el rey cristiano Alfonso, quien reconquistó Toledo y la hizo su capital.

Alfonso tenía en su corte a los más versados y creativos profesionales de todas las religiones. Sin embargo, favorecía a los musulmanes y a los judíos, a tal grado que sus cortesanos cristianos, especialmente el clero, estaban preocupados por la influencia que ejercían estos consejeros no cristianos, específicamente los judíos, ya que hablaban árabe con fluidez, así como el castellano y podían captar el pensamiento musulmán y cristiano. Esta inteligencia era particularmente útil en la guerra entre cristianos y musulmanes que luchaban por tener dominio de la península. Los únicos habitantes que podían viajar libremente entre ambos campamentos eran los judíos. Esto les dio importancia como diplomáticos, espías y mercaderes operando en ambos lados, ya que todos necesitaban información. La posición relativamente neutral de los judíos fue muy útil, hasta que finalmente en el siglo XV los musulmanes fueron expulsados de España.

Mientras la reconquista cristiana se seguía extendiendo durante varios siglos, las tres comunidades espirituales produjeron un universo de personajes relevantes. Uno de ellos fue Ibn Gabirol, poeta y filósofo judío que introdujo el Neo-platonismo en España. Otro fue el místico árabe Ibn Arabi, quien desarrolló la cosmología y la ideología Sufi. Un logro ejemplar cristiano fue el filósofo Raymundo Lull, quien como los personajes anteriores efectuó una amalgama de las tres tradiciones para producir una versión propia. Los tres tuvieron una gran influencia en el desarrollo de la vida espiritual de occidente.

La competencia entre la religión y la filosofía alcanzó un punto preponderante en las tres creencias durante la Edad Media. Tomás de Aquino empleó la obra del filósofo judío español Maimónides como base para conciliar las "dos verdades", lo que fue reconocido por la iglesia latina. Sin embargo, la comunidad judía se dispersó al no tener entre ellos un papa o rabino principal como autoridad final, y además porque la joven elite intelectual estaba particularmente fascinada con la lógica griega. Declararon que la fe por sí sola no era suficiente. En algún momento del siglo XIII los místicos judíos decidieron salir de su posición aislada y trataron de alcanzar una solución a dicho problema.

El único lugar en donde se podía encontrar tal solución era España, pues los rabinos tenían antecedentes filosóficos. Los judíos franceses y alemanes eran letrados, pero no tenían conocimiento del método griego. Su acercamiento era más simbólico que metafísico. Los judíos españoles estaban familiarizados con los dos, así que fue en ellos en quienes recayó el presentar un argumento convincente que nadie pudiera refutar. La principal escuela que tomó dicha tarea estaba en Gerona, en Cataluña. Ahí se produjo un sistema místico racional que vino a conocerse con el nombre de Cábala. En cuanto su formulación fue publicada, se extendió como fuego incontrolable por toda la comunidad judía, a pesar de la molestia de aquellos que creían que los aspectos esotéricos debían mantenerse en secreto. Este movimiento creó una vasta cantidad de literatura mística. La flor de dicho impulso fue el Zohar, que influenció a muchos cristianos quienes produjeron su propia versión de la Cábala.

España fue el hogar de un período único en la historia. Fue el país anfitrión de la Época de Oro en la que el intercambio tolerante y amistoso entre las tres religiones de occidente fue posible. Por un breve tiempo, Córdoba y luego Toledo fueron capitales espirituales de Europa. Fue en España que se encontraron las más hábiles inteligencias de muchas generaciones, para dar paso al renacimiento de Europa. Fue sólo cuando los elementos fundamentalistas de las tres creencias trataron de restablecer sus religiones en formas simplistas que el proceso se frenó y fue destruido. Fue después de 1492 y de la expulsión de los judíos y más tarde la de los musulmanes --dos factores importantes en la vida de la nación-- que España empezó a declinar a pesar de la ilusión de poder y de las grandes riquezas adquiridas con el oro traído del Nuevo Mundo. La interacción cultural se perdió cuando la Inquisición obligó a los judíos y musulmanes conversos (los que permanecieron y se convirtieron) a ser buenos católicos.

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Guiado de la mano de de la mística monástica cisterciense (la primera mística moderna del amor), el esoterismo cristiano, la mística de san juan de la cruz y el zen... y animado por ideales progresistas y solidarios os invito a caminar juntos hacia un mundo y unos hombres y mujeres nuevos.